5º España en los 60 metros lisos… que saben a muy poco

Llegaba al Campeonato de España de Pista Cubierta celebrado en Orense con solamente dos carreras en invierno, debido a una inoportuna microrotura en el gemelo en enero y una recaída en el Campeonato de España Máster de Clubes en febrero.

Si bien las sensaciones de las dos últimas semanas eran buenas, no sabía a ciencia cierta como estaba, en semifinales me impuse con un tiempo de 7.51 sin forzar demasiado, aunque ya me llevé la primera desilusión, esperaba estar por debajo de 7.50.

En la final, cuatro horas más tarde, vinieron las dudas de las zapatillas, estas semanas pasadas y en la semifinal competí con unos clavos que no son específicos de velocidad, son mas bien blandos, pero por otro lado son menos exigentes que mis Adidas prime finesse. El cambio de zapatillas no me benefició porque en los progresivos previos a la final perdí confianza en el gemelo, no tuve buenas sensaciones y aunque intenté olvidarlo y centrarme en la carrera, la reacción en la salida de la final y los primeros apoyos nos fueron buenos.

En un 60 las dudas se pagan caro y más cuando el nivel de tus rivales es tan alto como lo es en mi categoría M45, al final marca mediocre 7.57 y un quinto puesto que me sabe a muy poco.